¿Qué le ocurre a mi lechuga?

Hace unos días Begoña nos hacía la siguiente consulta: “ Hace dos meses compré unos plantones de lechuga lollo rosso, crecieron enseguida y hasta ahora había ido quitando las hojas más externas para comerlas, creo que he cogido cosecha de este modo 3 veces. Ahora ya no me crece como las otras veces y las hojas de fuera se ponen malas antes de poder siquiera comerlas. No sé si es porque la lechuga no da para más o porque le falte algo”

Seguro que a más de uno nos recuerda a nuestra primera experiencia cultivando lechugas o quizás os estáis sintiendo bastante identificados con la preocupación de esta hortelana novel. Pues bien, tengo que deciros que nos os preocupéis, no estáis haciendo nada mal, no le falta nada y la solución es bastante sencilla.

Todas las hortalizas tienen un ciclo de vida, pasan por distintas etapas de crecimiento comenzando por la germinación de la semilla, a continuación tiene lugar la etapa vegetativa en la que se produce el desarrollo y crecimiento de la planta, y finaliza con la etapa reproductiva, fase en la que la planta produce las flores que contendrán las semillas para dejar de este modo su descendencia y comenzar el ciclo de nuevo.

La duración de este ciclo de vida varía en función de cada planta, existen hortalizas con ciclos largos en el que este ciclo tiene una duración de 4 a 5 meses aproximadamente como los tomates, las coles, las zanahoria o las cebollas, ciclos medio como los guisantes, las remolachas o las lechugas en los que completan sus ciclos en dos o tres meses y ciclos corto como es el caso de los rabanitos que en un mes ya podemos cosecharlos.

¡Imagino que ya sabes que es lo que le ha ocurrido a tus lechugas!

En este caso, no se ha realizado nada de forma incorrecta, simplemente ha llegado al final de su ciclo de vida. ¡Ya está lista para ser cosechada entera en lugar de seguir cortando las hojas externas a demanda.

Buen provecho y a seguir cultivando que ya tienes nuevo sitio libre!!!