Sunburn del tomate: quemaduras solares en los frutos

El tomate pertenece a la familia de las Solanáceas, etimológicamente está relacionado con “el sol” debido a la apetencencia de las plantas que pertenecen a esta familia por los sitios soleados.

Por este motivo, solemos reservar para él una de las ubicaciones con mayor horas de sol en nuestro huerto. Pero cuidado!! Elevadas temperaturas, cielos despejados y alta radiación de luz son las condiciones idóneas para el desarrollo de quemaduras de sol en los frutos de las hortalizas como la que puede observarse  en el tomate que aparece en la imagen.

Conocido como sunburn del tomate y en castellano asolado o planchado del tomatees un daño producido por un exceso de sol  que se caracteriza por la aparición de una zona deprimida dejando el tejido con aspecto de papel que da sensación de pudrición. Pueden observarse distintos síntomas en función de la quemadura que se produce:

1. La primera, produce necrosis en la piel del fruto debido a que el tejido de la parte expuesta al sol muere. En este momento la membrana celular del pericarpio se rompe y deja escapar los fluidos del interior. Estas quemaduras se producen con temperaturas superiores a 38ºC.

2. El segundo tipo de lesión ocurre a una temperatura alrededor de 5ºC más baja y no causa la muerte del tejido sino la pérdida de la pigmentación que produce una mancha amarilla, bronce o marrón en la parte expuesta al sol del fruto. Las células permanecen vivas, pero pigmentos como clorofila, carotenos y xantofilas se desnaturalizan.

3. El tercer tipo de quemadura se produce por un exceso de luz solar repentino que da lugar a  un blanqueamiento en una parte del fruto debido a una fotooxidación. Una insolación elevada daña el proceso de la fotosíntesis y destruye los pigmentos de las plantas, impidiendo la conversión suficiente de energía, inhibiendo el crecimiento. Este blanqueo del fruto tiene lugar a temperaturas mucho más bajas que los otros tipos de quemaduras solares.

Comúnmente se produce en los tomates, pero también son susceptibles sandías, pimientos, berenjenas, pepinos, manzanas, fresas, frambuesas y moras. Además, la genética juega un papel importante a la hora de ser más vulnerables a estas quemaduras, siendo las variedades de hortalizas con frutos de tonalidades más oscuras las que reflejan menos luz y por tanto absorben más radiación.

Algunas acciones que podemos realizar para controlar estos daños:

  • No hacer una poda excesiva de las tomateras, si les dejamos hojas que le procuren sombra a los frutos, evitamos una insolación directa.
  • Usar sombrillas o mallas de sombreo, propias del jardín, para proporcionar sombra y que nos reducirán en gran medida la radiación ultravioleta.
  • Si tenemos las tomateras en un macetohuerto o mesa de cultivo, podemos probar simplemente a cambiarlas  de sitio.
  • Tomar nota de la ubicación para mejorar nuestra planificación del huerto y  no repetir el próximo año.

Y para los frutos que ya se han visto afectados, estos daños no son perjudiciales para nuestra salud, elimina la parte afectada una vez recolectados y… ¡¡A disfrutar de nuestros tomates!!